





Si ya de por sí, para mí, todo lo relacionado con el windsurf ha ido siempre acompañado de unos sentimientos que están por encima de lo que habitualmente podríamos calificar como normal, el poder navegar con mis tres hermanos ha sido algo mistico, algo idescriptible, algo que quedará grabado en mi corazón y que recordaré para siempre.
El primogénico, javi, fue el que primero experimentó la sensación de deslizarse por el agua con una plancha a una velocidad, que todo el que navega conoce como "Planear", enseguida, movidos por la curiosidad, lo otros tres seguimos sus pasos.
Unidos por el windsurf, esa unión ha sido la que años después ha conseguido fortalecer nuestros lazos de unión y amistad.